Medidores de altura
Llega un momento en la vida de todo niño en el que soñar con crecer se vuelve casi una obsesión. Observar a los compañeros de clase o a algún hermano mayor y sentirse pequeño resulta bastante frustrante. Por eso hay niños que desean medirse una y otra vez, con la esperanza de haber sumado un nuevo centímetro. Con medidores de altura, ayudaremos a que nuestro hijo pueda saber con exactitud cuánto mide y además podemos decorar su habitación.
Es posible encontrar medidores de lo más coloridos, con diversos dibujos y diseños. La mayoría de estos medidores son cartulinas o láminas que se adhieren a la pared con una chincheta (también conocida como chinche o tachuela) o una cinta adhesiva, aunque también se puede pintar el medidor sobre el revestimiento o comprar un medidor en vinilo adhesivo.
Los medidores de jirafas son, tal vez, los más populares. Con unos cinco metros de altura y gracias a su larguísimo cuello, la jirafa es el animal más alto del mundo. Por eso resulta lógico incluir una jirafa en el medidor: los niños, al ver cómo se acercan a la cabeza del animal, se sentirán realmente grandes.
Otros medidores juegan con el cielo o el espacio exterior. Alrededor de la regla que se utiliza para medir encontraremos nubes, estrellas, planetas o hasta el sol. El simbolismo es similar al de la jirafa. Cuando el niño va creciendo, advierte que llega hasta la luna o hasta Saturno, por ejemplo, reforzando la sensación de haber ganado altura.
Los medidores de altura que muestran una pila o montaña de personajes, por último, resultan muy divertidos. Animales o muñecos que se suben unos sobre otros hasta alcanzar una altura considerable permiten a nuestro hijo comparar su crecimiento. El niño no podrá esperar por llegar a su dormitorio y medirse para saber cuánto ha crecido.
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